domingo, 5 de mayo de 2019

Muy cerca, pero ya fuera de nuestra cuadrícula, se halla en la Dehesa de San Agustín del Guadalix una serie de charcas con una diversidad faunística fuera de lo común. La rana común (Pelophylax perezi) y la minúscula de San Antonio (Hyla arborea) comparten hábitat aquí.



En una escala mucho mayor encontramos también varios ejemplares de gallipato (Pleurodeles waltl)



Pero, alas, dicha riqueza está amenazada por la introducción del nefasto Cangrejo rojo (Procambarus clarkii), depredador de sus larvas y verdadero señor oscuro al que el hombre ha dado el poder para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas.

sábado, 27 de abril de 2019

Segunda jornada 2019

Debido a la tibieza de la tarde, decidimos emprender una vez más la familiar ruta que recorre el arroyo estacional, ayer casi seco, que se va encajonando entre formaciones de gneis y desemboca en el río Guadalix. Tan solo ocho ejemplares jalonaban las charcas.



La noche clara animaba la marcha campo través. El destino, definido por el canon de los bufo calamita, nos aguardaba en las charcas que dominan el Pantano de Pedrezuela. Varias atareadas parejas y una decena de aspirantes colmaban los escasos remansos bajo el tapiz estrellado.




domingo, 21 de abril de 2019

Primera jornada 2019

La tardanza de las lluvias esta año ha provocado que nuestro recuento se haya producido con un mes de retraso. Pero anoche, por fin, los corredores (Bufo calamita) del arroyo estacional que accede al Embalse de Pedrezuela por el sur dieron rienda suelta a su frenesí primaveral. Un total de 31 ejemplares pululaban por las charcas que ni siquiera estaban conectadas por goteo alguno. Sin embargo, la sorpresa esperaba en el último metro del recorrido, donde, acurrucado bajo una hoja, esperaba un hermosísimo ejemplar de sapo de espuelas (Pelobates cultripes), el primero que hemos visto en estas breves aguas.


Aparte de todo esto tuvimos un último encontronazo con algo un poco más imponente: una Rhinechis scalaris, más comúnmente conocida como serpiente de escalera, de descomunales dimensiones y de cuyo mortal abrazo escapamos por los pelos 😁


lunes, 20 de marzo de 2017

Segunda jornada 2017

Justo un año después retornamos al arroyo estacional que accede al Embalse de Pedrezuela por el sur. El ambiente nocturno es magnífico, templado y sin el viento que ha despejado las nubes de la tarde. Sin embargo apenas se escuchan los cantos de los anfibios en la aproximación: la razón es su escaso número, apenas 8 machos de Bufo calamita dispersos en los varios centenares de metros que agrupa el recorrido. Y éstos, huidizos y desconfiados, retroceden y se escabullen bajo el agua apenas asoman nuestros frontales.



Las larvas que puntean algunas de los tramos más tranquilos del arroyo ya van adquiriendo la forma asimétrica, dando coletazos al compás del metronómico canto del autillo que saluda la primavera.

 

domingo, 12 de marzo de 2017

Primera jornada 2017

Esta temporada comenzamos los recuentos por la charca efímera en lo alto de la colina que domina el embalse, y que a estas alturas estaba seca y desolada. Sin embargo, unos familiares cantos nos desviaron hacia un cercano arroyuelo, mísero, apenas un cordón de agua, donde topamos con el primer ejemplar de Sapo corredor. 



El arroyo que desemboca en el río Guadalix por el sureste estaba bajo de nivel. Quizás las fechas tempranas aún retienen a las futuras parejas de los 14 Bufo calamita y 5 Bufo spinosus que aguardan ya en su ribera.


Ciertamente otras parejas habían hecho ya sus deberes pues hallamos seis puestas, tres de ellas con las larvas ya libres de la envoltura gelatinosa.

domingo, 26 de febrero de 2017

Trailer of Season 2


Aquí llega el esperado trailer de la segunda temporada de Siare en Pedrezuela.



Con más carreras, más sustos, y aún más encontronazos inesperados...

domingo, 3 de julio de 2016

Doudécima entrada

Una buena pinta de leche con cereales viendo como Alemania gana a los penaltys, y ya estoy preparado para iniciar la marcha nocturna. El objetivo, localizar el núcleo de población de la rana común (Pelophylax perezi) en el arranque del río Guadalix tras su paso obligado por el embalse de Pedrezuela. Por el camino, avistamiento de cérvidos; sin duerte con los ofidios este año. Ya en el margen del río topo con un espléndido ejemplar de Bufo spinosus cenando invertebrados.


Tras cruzar el cauce casi caigo en las garras de una fabulosa araña que había preparado una trampa de más de un metro de diámetro.


De repente, mientras me acerco al coro nocturno, un monstruo remueve el fango y eleva su cabeza al cíclope deslumbrante que molesta su reposo: un galapago leproso (Mauremys leprosa) que se aleja velozmente.


Las ranas se han refugiado en el otro margen, en un área inexpugnable. Cruzo el río y deambulo entre zarzas, cardos y ortigas que dan buena cuenta de mis pantorrillas. Resbalo por la pendiente y consigo un interesante espaldazo mientras el coro de perezi ríe a mi cuenta. Juro en arameo, recorro y vuelvo, desorientado zigzagueo y retorno, encuentro el camino de vuelta a casa. Cansado y dolorido, pero con la sonrisa puesta.
¿Y el otro aprendiz de biólogo? En la playa, durmiendo...